Spatial Delight

Geometrías del Poder

February 24, 2023 María Eugenia Fréitez, Reinaldo Iturriza Season 1 Episode 5
Spatial Delight
Geometrías del Poder
Show Notes Transcript

El paisaje físico y político de un país es un reflejo de las relaciones de poder en la sociedad. ¿Es posible hacer que estas relaciones sean más igualitarias? ¿Es posible cambiar significativamente lo que Doreen Massey llamó "geometrías del poder" y crear espacios sociales que representen los intereses de los sectores históricamente excluidos de la sociedad? 

Doreen Massey vio en Venezuela un intento prometedor de generar una nueva geometría del poder, más justa y democrática. En este episodio, el escritor venezolano Erick Moreno Superlano evalúa el éxito de esta iniciativa política una década después de la visita de Massey a Caracas. Para hacerlo, conversa sobre los proyectos de autogobierno impulsados por el gobierno de Hugo Chávez con dos expertos, María Eugenia Freitez y Reinaldo Iturriza.

Episode Credits
Host: Erick Moreno Superlano
Guests: María Eugenia Fréitez, Reinaldo Iturriza
Also Featured: Hugo Chávez
Writer: Erick Moreno Superlano
Producer: Agata Lisiak
Sound Producer: Jhiliem Miller 
Music: Studio R
Artwork: Bose Sarmiento
In partnership with: The Sociological Review Foundation
Funded by: Volkswagen Foundation & Experimental Humanities Collaborative Network 

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Episode Resources

Doreen Massey’s work quoted or mentioned in this episode:

Also mentioned:

This episode of Spatial Delight is entirely in Spanish. If you don't understand Spanish but would like to learn about Doreen Massey's concept of "power geometries" and how it has been put to use in Venezuela, you can access a translated version of the script on our podcast page at thesociologicalreview.org. Y si entienden español, esperamos que disfruten este episodio. Latinoamérica es sin duda en este momento un laboratorio mundial, ya que allí pueden encontrarse experimentos innovadores, tanto con nuevas formas de democracia participativa como con diferentes formas de articulación entre el estado representativo y la sociedad civil. Hay intentos, incluso por parte del propio Estado elegido, de proporcionar condiciones para la participación más directa de las personas en la construcción de la sociedad. Estas son las palabras de la geógrafa marxista e intelectual pública Doreen Massey. Nació en 1944 en Manchester, en el seno de una familia de clase obrera. Estudió Geografía en la Universidad de Oxford y fue profesora en la Open University por casi tres décadas. Fue una figura prominente en la política de la izquierda británica, pero también se comprometió con causas internacionales como la Revolución sandinista en Nicaragua y la Revolución Bolivariana en Venezuela. Murió en Londres, su ciudad adoptiva, en 2016. Massey vio en Latinoamérica un laboratorio político donde el resto del mundo podría conseguir ideas innovadoras, ideas para fortalecer la democracia y, sobre todo, para imaginar alternativas políticas al actual orden mundial neoliberal. En este episodio de Spatial Delight vamos a hablar sobre espacios más democráticos e igualitarios. Intentaremos entender el vínculo entre las relaciones sociales y los espacios físicos que componen a una sociedad. Usando las ideas de Massey, veremos cómo se articula la democracia participativa con el espacio físico, con los territorios que habitan las personas. Para hacerlo, primero vamos a examinar el concepto de Massey y de"geometría del poder". Luego vamos a viajar a Venezuela, mi país de origen, para conversar con dos invitados María Eugenia Freitez y Reinaldo Iturriza. Ellos conocen muy bien experimentos locales de autogestión. Cuando estuvo en Venezuela, Massey advirtió en estos experimentos un prometedor proyecto para la construcción de una sociedad más justa e igualitaria. Soy Erick Moreno Superlano, el anfitrión de este episodio. Soy escritor caraqueño y estudiante de posgrado en la Universidad de Oxford en el Programa de Migración y Movilidad Humana. Para Massey no existe un espacio antes de las relaciones humanas. Su concepto de geometría del poder busca explicar el hecho de que un espacio, un territorio, un barrio, es producto de las relaciones políticas, culturales y afectivas entre diferentes actores en ese lugar. Como la sociedad, los espacios están impregnados de poder y moldeados por él. Y el poder obedece y opera según las dinámicas asimétricas de la raza, el género, la sexualidad y la clase social. Estas relaciones de poder dan forma a los espacios. Piensa en el paisaje físico y político de un territorio. La infraestructura responde a los intereses económicos de algunos miembros de la sociedad y de otros no. Esas desigualdades, producto de las relaciones humanas, dan forma a la geometría del poder en un espacio que podríamos llamar, por ejemplo, la nación. El concepto tuvo una poderosa influencia sobre el presidente Hugo Chávez. Tanto es así que en la campaña presidencial de 2006 propuso la activación de cinco motores que impulsarían la Revolución Bolivariana, su proyecto socialista. El cuarto motor fue una nueva geometría del poder. Chávez adoptó el concepto de Massey y lo convirtió en una política de Estado. El objetivo era responder a las desigualdades sociales heredadas por su gobierno, las cuales tienen, como hemos visto, una dimensión espacial. Por ejemplo, en Caracas hay zonas residenciales cerradas donde hay grandes mansiones con jardín, piscina y cercado eléctrico. Mientras en las zonas periféricas, hay barriadas muy pobres que en muchos casos no cuentan con los servicios básicos. Esto ilustra cómo la desigualdad social tiene una manifestación concreta en la geografía de la ciudad, algo que también ocurre a escala nacional. Esta desigualdad social – y espacial – es evidente entre la región urbana de la costa y el interior rural de Venezuela. Puesto en términos simples, la desigualdad se refleja en la dominación histórica de la costa sobre el interior del país en cuanto a inversiones privadas y públicas, densidad de población, calidad de vida, patrones de consumo y relevancia política. Incluso podríamos pensarlo a escala planetaria. Venezuela, en la antigua geometría del poder global, podría verse como un espacio del sur global exportador de recursos naturales – petróleo – para los países industrializados del norte global. En resumen, la geometría del poder se refiere a las dinámicas de poder en una sociedad que dan forma literalmente al territorio donde se desenvuelve la vida.¿Cómo se puede entonces reconfigurar la geometría del poder en un territorio en favor de la igualdad y la democracia? No hay fórmulas preestablecidas para hacerlo. Cada sociedad tendrá diferentes necesidades y requerirá de diferentes respuestas. En el caso de Venezuela, la apuesta fue por los consejos comunales, una idea que entusiasmó muchísimo Massey.¿Pero qué son los consejos comunales? Hablé con María Eugenia Freitez para que nos ayude a entender mejor qué es un consejo comunal. Ella es parte de la cooperativa de investigación social Códigos Libres y coautora del libro "Comunalizar el poder". Lo primero que diría es que un consejo comunal es una organización comunitaria, una organización territorial que puede existir en cualquier espacio social de Venezuela y que se define por un ámbito geográfico que determinan los mismos habitantes de ese territorio y puede conformarse por un mínimo de 150 familias y un máximo de 400 familias en el contexto urbano y un mínimo de 20 familias en el contexto rural. Cualquier venezolano o venezolana mayor de 15 años puede tener participación en alguna de las estructuras de este consejo comunal que tiene una unidad ejecutiva, una unidad financiera y de contraloría social y distintos comités de trabajo que se crean de acuerdo a las necesidades, al diagnóstico, a las potencialidades de la comunidad y a lo que se defina como prioridad para atender y resolver los problemas de esta comunidad. En términos muy simples, los miembros de la comunidad identifican sus prioridades económicas y sociales y se organizan para solucionar sus problemas con la ayuda técnica y económica del Estado. En la práctica, los consejos comunales son diferentes unos de otros porque cada uno refleja los intereses de sus miembros y las características espaciales del lugar donde se forman. Pero Freitez identifica cuatro rasgos transversales de todos los consejos comunales.

Primero:

que son una organización comunitaria que tiene una base legal. Hay una ley orgánica creada en el 2006 y reformada en 2009, donde se reconocen a estas instancias comunitarias como espacios de coordinación entre el Estado y las comunidades para la ejecución de políticas públicas. Esto implica que el Estado define recursos y transfiere directamente recursos a las comunidades para la ejecución de proyectos comunitarios. Un segundo rasgo sería que estos consejos comunales serían formas de ejercicio de la democracia participativa y protagónica, o lo que también nosotros nombramos aquí como una democracia directa en tanto son instancias que le permite a la gente organizarse y tomar decisiones sobre su vida comunitaria, resolver sus problemas de forma colectiva y elegir a sus voceros en elecciones populares.

Otra característica del consejo comunal:

permite un conocimiento profundo del territorio y una planificación del territorio a través del levantamiento de un mapa social, económico y cultural que permite elaborar un plan comunal con las necesidades y las potencialidades de ese territorio. Es un plan, además, que se define con un método de participación para empujar o para impulsar las capacidades de autogestión y cogestión de estas comunidades que hacen vida en este consejo comunal junto a las instituciones del Estado. Es una estructura de organización que progresó en términos de escala de articulación. De los consejos comunales se crearon posteriormente las comunas que son una agregación de consejos comunales a una escala mayor que abarca un territorio más amplio y que implica el desarrollo de proyectos mancomunados, de procesos de planificación más amplia, de redefinición de límites territoriales y de ampliación de las capacidades de gestión de los pobladores de ese territorio de forma colectiva. Como nos explica Freitez, los consejos comunales son una forma de democracia participativa. Funcionan como un enlace entre el Estado y el territorio. La ciudadanía participa en la política a través de la autogestión de sus espacios. Es decir, los consejos comunales son plataformas donde la gente puede interactuar directamente con las autoridades estatales sin la mediación de representantes de un partido político. Es por eso que se le considera una forma de democracia participativa y no representativa. Dicho esto, vale la pena preguntarse si tienen los consejos comunales el potencial para crear una nueva geometría del poder en el territorio nacional. Massey creyó que sí. Escribió ampliamente al respecto. Por ejemplo, escribió que "el extenso programa con el que se ha establecido en Venezuela el uso del concepto de geometría del poder tiene como propósito, dentro de un replanteamiento total de la geografía del país, desarrollar una democracia protagónica a través de la capacitación del poder popular". La democracia participativa o protagónica, como dice Massey, es implementada por el gobierno de Hugo Chávez para incluir a los sectores populares en la política nacional. La democracia participativa va más allá del voto y permite a las personas participar activamente en la construcción de la sociedad. Esta política integra a esos sectores de la sociedad históricamente excluidos por la antigua geometría del poder. Estos sectores ahora tienen derecho a darle forma al paisaje físico, pero también al político del territorio, lo que significa que ahora pueden crear el espacio de la nación. Como consecuencia, estas políticas también ayudan a despertar en estos sectores de la sociedad civil una conciencia política que los empodera. Y este empoderamiento está vinculado al espacio. La democracia representativa es, en cambio, un modelo en el que la participación de la ciudadanía se limita a las jornadas electorales. Figuras políticas son elegidas para que representen y actúen como mediadores entre la sociedad civil y el Estado. En este caso, la sociedad civil no accede a los espacios de poder y toma de decisiones. Pero a pesar de sus limitaciones, esta forma de organizar la vida política en Venezuela logró importantes avances para la sociedad. Por ejemplo, en materia de salud y educación y también en la descentralización del poder. Estos dos modelos de democracia, la participativa y la representativa, no son mutuamente excluyentes. De hecho, el objetivo de los Consejos comunales es complementar la democracia representativa con formas de participación directa de la población. Así, aquellos sectores de la población marginados pueden ser incluidos en la vida nacional, a través del voto y del derecho a participar en la construcción de sus comunidades. Y esta inclusión es causa y consecuencia de una nueva geometría del poder. Ahora, huelga preguntarse quiénes son los miembros de los consejos comunales. Es decir, ¿quiénes son las personas incluidas en la vida política a través de la democracia participativa? Le pregunté a Reinaldo Iturriza, nuestro segundo invitado. Él es sociólogo, escritor y militante. Y también fue ministro del Poder Popular para las Comunas y Protección Social entre 2013 y 2016. Esa gente que viene de las clases populares y que tiene una relación muy problemática con los partidos y con todas las formas tradicionales de mediación… esta es la gente que fundamentalmente forma parte de un consejo comunal. Es decir, esto que constituye la médula del sujeto popular chavista, va a encontrar su lugar, vamos a decirlo así, en los consejos comunales. O sea, su lugar no es el partido, su lugar ni siquiera es el gobierno, o una institución del gobierno que, por supuesto, puede trabajar allí. Por supuesto, puede ser militante del partido. Pero su lugar, por naturaleza, no sé si por naturaleza correcto plantearlo así, pero digamos, el lugar donde se siente más cómodo, un lugar que está hecho como a su medida, el consejo comunal. Por esto mismo, los consejos comunales, su vocería, van a tener una relación muy problemática, de la misma manera que lo era ya en los 90 y antes, con, bueno, con la burocracia, no solamente digamos la burocracia tradicional estatal, sino con la burocracia del partido. Se va a manifestar desde bastante temprano una pulsión por controlar la participación popular. Y bueno, hay, digamos, líneas de fuerzas que van a considerar que los consejos comunales, más que servir al propósito de que la gente se organice en el territorio y se autogobierne… bueno, algunas líneas fuerza lo van a ver como una oportunidad para encuadrar a este sujeto popular, que es bastante rebelde. Muy muy rebelde, muy contestatario, muy igualitarista se puede decir, ¿no? La calidad de vida de lo que Iturriza llama "las clases populares" mejoró mucho en los gobiernos de Chávez. Sin embargo, su popularidad entre los sectores históricamente excluidos no se debe solo eso. Chávez cultivó un extraordinario sentido de pertenencia entre estos sectores al presentarlos como los protagonistas de la Revolución Bolivariana. Por ejemplo, él se refería a las clases populares como "el pueblo" o "el soberano". Esto llevó a la formación de una nueva identidad política avasallante: el chavismo. Es importante resaltar que esta identidad colectiva no se forma únicamente a base del simbolismo en el discurso de Chávez, sino también a través de alcanzar objetivos prácticos y materiales, a través del poder para hacer y no solo para votar. La extensión de derechos civiles y políticos a los sectores marginados cultivó un poderoso sentido de identidad. Esto es algo que fascinó a Doreen Massey. Por un lado, Iturriza describe a los miembros de los consejos comunales como las clases populares. Es decir, las clases excluidas por la antigua geometría del poder. Y por el otro lado, nos dice que desde los inicios de los consejos comunales ha habido una pugna con el poder institucional, con el partido de gobierno y con la burocracia del Estado. Estos elementos dan forma al espacio de los consejos comunales. La relación de sus miembros con el Estado está influida por la pugna histórica con el modelo de democracia representativa anterior a Chávez. Pero al mismo tiempo está influido por la pugna con el modelo de democracia participativa que implementa su gobierno. Considerando que la tensión entre las clases populares y el Estado persiste en los dos modelos de democracia, nos podemos preguntar, entonces, ¿por qué miembros de las clases populares participan en la política?¿Qué cambió con la democracia participativa? Iturriza agrega algo importante. La relación entre entre el liderazgo político específicamente y específicamente con la figura de Chávez. Y esto que te he descrito como un chavismo popular o como la médula del movimiento bolivariano. Este chavismo con origen de clase popular, con una relación problemática con las formas tradicionales de intermediación política, etcétera. Esa relación de interlocución fue históricamente muy fluida, muy, muy fluida. Como te digo, sin mayores mediaciones. Y las características de esa forma de interlocución suponen problemas políticos sumamente importantes, porque, entre otras cosas, como quedó dramáticamente en evidencia en 2013, cuando falta una de las partes, cuando ya no está el líder, Hugo Chávez, obviamente, bueno, ya la relación ya es radicalmente distinta, pues, ¿no? Digamos, una de las partes se queda sin interlocución. O en todo caso queda el nuevo liderazgo – el liderazgo emergente – con la enorme responsabilidad política e histórica de llenar ese, ese… de tratar de ocupar ese lugar. La diferencia que explicaría por qué las clases populares participan en la política, e incluso apoyan al gobierno, es que hay ahora lo que Iturriza llama un interlocutor, un mediador en la relación históricamente tensa con el poder: el presidente Chávez. El prometedor laboratorio político que encontró Massey en 2007 cuando fue invitada a Venezuela, ha cambiado drásticamente. Y un evento fundamental es la muerte de Chávez en 2013. Desaparece el interlocutor del diálogo entre las clases populares y el Estado. Como consecuencia, esta interlocución queda en manos de los ministros de Chávez que se identifican como herederos de su legado, pero que carecen de los atributos carismáticos del interlocutor. Entonces emerge una crisis de gobernabilidad. Esto significa que la tensión histórica entre las clases populares y el Estado surge otra vez. En un discurso televisado en 2012, Chávez llamó la atención a su Consejo de Ministros, a los herederos de su legado, por su falta de compromiso con los consejos comunales y las comunas. Los confrontó en su primera reunión luego de la victoria electoral en las elecciones presidenciales del 2012. Particularmente le llamó la atención a Nicolás Maduro, su sucesor y actual presidente de Venezuela. Porque entonces nosotros hemos asumido, repito, que el problema de la comuna es de un ministerio. Y ese es un gravísimo error que estamos cometiendo. Y es un gravísimo error que seguimos cometiendo. No lo cometamos más, Nicolás. Incluso revísate para que tú veas que yo firmé un decreto creando algo así como un ente superior de la comuna.¿Donde está? No ha funcionado. Nicolás, te encomiendo esto como te encomendaría mi vida. Las comunas. El Estado social de derecho y de Justicia. Hay una ley de comuna, economía comunal. Entonces, ¿cómo vamos a estar nosotros haciendo… lo mismo pregunté yo ahí en la ciudad Caribia.¿Donde está la comuna? No, la comuna, las comunas. Y entonces ¿dónde vamos a crear las comunas, las nuevas? Y seguimos entregando las viviendas. Pero las comunas no se ven por ningún lado. Ni el espíritu de la comuna, que es mucho más importante en este momento que la misma comuna. La cultura comunal.¿Me explico? Nicolás, ¿qué opinas tú?¿Será que yo seguiré clamando en el desierto por cosas como esta?¿Qué ha pasado con la encomienda que Chávez le hace a Nicolás Maduro?¿Cómo ha evolucionado la tensión entre las clases populares y el Estado sin Chávez como mediador?¿Cómo se refleja esta tensión en el espacio de los consejos comunales? Le pregunté a María Eugenia Freitez. Digamos, la pérdida de protagonismo que ha tenido el sujeto popular dentro del programa económico del gobierno. Otro aspecto para mí sería la paralización del proceso de acompañamiento del Consejo Nacional Electoral para la elección de vocerías en los consejos comunales. Desde aproximadamente 2017, el Consejo Nacional Electoral dejó de acompañar la renovación de vocerías y eso tuvo un impacto en la dinámica política de los consejos comunales, porque bueno, paralizó los procesos de elección popular y eso, bueno, generó inconvenientes, conflictos, pérdida de legitimidad, incluso irregulares a lo interno de los consejos comunales. Por otra parte, también diría que la creación de figuras de jefaturas políticas de los consejos comunales, que se crearon por parte del PSUV, del Partido Socialista Unido de Venezuela, una especie de equipos políticos del partido que hacían acompañamientos territoriales, pero que en realidad eso ha implicado procesos de control y coacción por parte de esta figura, que muchas veces son ajenas a la comunidad y que imponen lineamientos que vienen desde otros lugares, que no son aspectos debatidos ni comprendidos, ni decididos a lo interno de los consejos comunales y las comunas. También creo que el permanente señalamiento como traidores e incluso formas de castigo político para determinados territorios que cuestionan las acciones o inacciones del gobierno o la falta de voluntad de figuras de gobierno regional, o por demora o por exclusión de algunas instituciones en determinados planes de trabajo social, o la demora, digamos, para resolver problemas y necesidades de las comunidades, ha también debilitado los procesos de organización comunitaria y la práctica democrática más auténtica por parte de las organizaciones en los territorios. También, bueno, la reducción de inversión en política social ha implicado para las vocerías de los consejos comunales una pérdida de credibilidad. Son cada vez más interpelados por la gente en las comunidades por no resolver problemas en la comunidad, por no distribuir lo que antes se distribuía a través de planes sociales. Y bueno, eso genera conflictos a lo interno de las comunidades. En términos más generales, diría que la apuesta política y construcción del socialismo comunal o del poder comunal ha quedado en una retórica cada vez menos expresada por el gobierno, pero que creo que esta es una realidad que no se refleja solo en un discurso, sino claramente en el desplazamiento de los sujetos populares organizados como actores económicos que ahora solo parecen ser una base de apoyo social cuando no lo eran así, digamos, en el programa estratégico de la Revolución Bolivariana. Y en esta reorientación del programa económico del gobierno con políticas que favorecen abierta y aceleradamente la reproducción del capital han generado un desmedro en la reproducción de la vida comunal y para la gente que, por ejemplo, vive de su trabajo, que son las mayorías populares en este país. La Revolución Bolivariana suscitó mucho entusiasmo entre aquellos que buscaban alternativas al orden neoliberal mundial. En Venezuela, en Latinoamérica, en el mundo. Massey fue una de las intelectuales que se entusiasmó y creyó en la revolución. En los primeros diez años se implementaron políticas que democratizaron los espacios y redujeron la desigualdad en el país, como los consejos comunales. Cuando Massey estuvo en Caracas, los visitó y escribió sobre ellos. Sin embargo, la realidad ha cambiado muchísimo desde entonces. Personas como María Eugenia Freitez han tomado una postura crítica ante la forma en que el gobierno actual se relaciona con ellos. Me pregunto qué postura tomaría Massey hoy en día al respecto. Aunque eso nunca lo sabremos con certeza, lo que sí podemos decir es que los consejos comunales forman una nueva geometría del poder que responde a los intereses de las clases populares. Son espacios de inclusión política, espacios de justicia social y de justicia espacial. Lamentablemente, muchos actores políticos en el país, de gobierno y oposición, no han entendido la importancia y el potencial de los consejos comunales. Afortunadamente, la obra de Massey está ahí para ayudarnos a comprender el rol central que juega el espacio en el ejercicio de la democracia. A mí ciertamente me ayudó a visualizar mejor cómo el poder y el espacio están conectados en mi país. Antes de despedirme, quiero volver a la cita inicial de Massey, en la que se refiere a Latinoamérica como un laboratorio mundial. En este laboratorio los resultados no son tan claros y categóricos como en un laboratorio químico. Para obtener los resultados de los experimentos es necesario largos períodos de prueba. E incluso así, los resultados políticos cambian porque las condiciones de la sociedad cambian. Si están interesados en leer sobre la geometría del poder y los consejos comunales, pueden encontrar algunas referencias en thesociologicalreview.org. Si quieren saber más sobre la vida y obra de Doreen Massey, los invito a escuchar otros episodios de Spatial Delight. Este episodio fue creado por Jhiliem Miller, Bose Sarmiento, Agata Lisiak, y yo, Erick Moreno Superlano. Spatial Delight esta financiado por la Fundación Volkswagen, Experimental Humanity University Network y hecho en colaboración con la Fundación Sociological Review. Gracias a mis invitados Maria Eugenia Freitez y Reinaldo Iturriza. Y gracias a ustedes por escuchar.